Las cinco claves de la victoria de Trump en los ‘caucus’ de Iowa


Donald Trump ha arrasado en los caucus de Iowa. El expresidente de Estados Unidos ha logrado una victoria récord que encarrila su camino hacia la nominación como candidato del Partido Republicano para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024. Este lunes compareció con una sonrisa en Des Moines (Iowa) a celebrar los resultados. Los datos le sonríen. Los cinco aspectos clave para interpretar los resultados de la cita electoral de este lunes vienen cargados de buenas noticias para Trump.

1. Trump logra más del 50%

Las encuestas daban al expresidente una victoria contundente, pero estaba en el aire si podría superar el listón del 50%. Este pasado fin de semana bromeaba con voluntarios de su campaña con mensajes contradictorios. Por un lado, les decía que el objetivo debería ser superar la ventaja de algo más de 12 puntos que logró Bob Dole en 1988. “Deberíamos hacer eso. Si no lo hacemos, que nos critiquen, ¿no?”. Pero sabía que eso no era suficiente: “Vamos a ver si llegamos al 50%”, les decía, aunque poco antes se había quejado de que se estableciese una expectativa tan alta. “[Es para] que si terminamos con el 49%, que sería unos 25 puntos más de lo que nadie ha obtenido nunca, puedan decir: ‘Ha sido un fracaso, ha sido un fracaso”, señaló.

Al final, ha sido todo un éxito. Trump ha arrasado con el 51% de los votos, más que todos sus rivales juntos, y se lleva al menos la mitad de los 40 delegados en juego. Su ventaja sobre el segundo, además, es de 30 puntos.

2. DeSantis gana a Haley

La segunda cuestión a dilucidar en la noche electoral era quién quedaba segundo. Durante casi toda la campaña, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha ocupado esa posición, pero su trayectoria era descendente y la de Nikki Haley, exembajadora ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur, era ascendente. La encuesta del Des Moines Register de este domingo, la de referencia en los caucus de Iowa, situaba a la candidata ligeramente por delante. Al final, DeSantis ha respirado aliviado al lograr el 21,2% de los votos, frente al 19,1% de Haley.

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Para Trump son buenas noticias. Si Haley hubiera logrado la segunda posición, saldría muy reforzada ante las primarias de Nuevo Hampshire del próximo martes, donde tiene una buena posición en las encuestas. Allí, en cambio, DeSantis despierta pocas simpatías. En general, Trump prácticamente había dado por amortizado al gobernador de Florida y percibía una mayor amenaza en Haley.

3. La participación cae

Las encuestas decían que los votantes de Trump eran los más entusiastas y los de Haley, los que menos. Con temperaturas de menos de 20 grados bajo cero, la asistencia a los caucus de Iowa se ha resentido. Algo más de 110.000 personas han votado, frente al récord de más de 180.000 de 2016, cuando Ted Cruz, Donald Trump y Marco Rubio competían a cara de perro sin un favorito demasiado claro. Esta vez, aparte del frío y la nieve, la sensación de que la victoria de Trump era incontestable ha dejado a más gente en casa.

Para Trump, la buena noticia es que sus votantes se han movilizado incluso en esas condiciones. El expresidente había hecho un llamamiento medio en serio, medio en broma a que votasen, aunque estuviesen enfermos y se dejasen la vida en el intento: “Aunque estéis enfermos y os sintáis como un perro. Aunque votéis y luego os muráis, habrá merecido la pena”, les decía en un mitin el domingo en Indianola, al sur de Des Moines, la capital de Iowa.

4. Adiós a Ramaswamy

Se dice que los caucus de Iowa funcionan como una criba. El inversor multimillonario Vivek Ramaswamy no la ha pasado. Ha quedado cuarto en la votación con el 7,7% de los votos y tira la toalla, tras gastarse parte de su propia fortuna en la campaña y recorrer de forma incansable cada rincón de Iowa durante meses. “No hemos logrado la sorpresa que queríamos dar esta noche”, se ha justificado. “A partir de este momento vamos a suspender esta campaña presidencial. No hay camino para que yo sea el próximo presidente en ausencia de cosas que no queremos que ocurran en este país”, se despidió. Los otros candidatos marginales —Ryan Binkley, con el 0,7% de los votos, y Asa Hutchinson, con el 0,2%— han sido eso, marginales.

Para Trump, la retirada de Ramaswamy es otra buena noticia. Es un trumpista declarado, ha pedido el voto para el expresidente y empezará a hacer campaña con él en Nuevo Hampshire. No es que aporte demasiado, pues tenía menos del 5% en las encuestas a escala nacional, pero sus seguidores optarán mayoritariamente por Trump tras su retirada.

5. El camino de Nuevo Hampshire

Queda una semana para el segundo asalto en la carrera de las primarias, el martes 23 de enero en Nuevo Hampshire. Es el Estado en el que Nikki Haley está más cerca de Donald Trump. En cambio, Ron DeSantis está descolgado. El resultado de Iowa influirá en la percepción de los votantes y la impresión general es que la batalla está casi cerrada nada más empezar.

A Haley le habría impulsado un segundo puesto en Iowa. Siendo tercera, defender que la carrera a la nominación es cosa de dos —de ella y de Trump, se entiende— suena menos convincente. El expresidente sumará además los votos de Ramaswamy. Aun así, las únicas y remotas posibilidades de que Trump no sea el nominado republicano —sorpresas judiciales aparte— pasarían por una victoria de Haley la semana próxima. Ahora parece más lejana que antes de los caucus de Iowa.

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