Eclipse 2023: Resurge asombro por la naturaleza


Hace 32 años Rosario y Javier aún eran niños y tuvieron la fortuna de ver por primera vez un eclipse total de sol. Y como saben que es un recuerdo para toda la vida, este sábado no quisieron que sus dos hijos se lo perdieran y durante la semana compraron lentes especiales y ayer eligieron el Centro Cultural Gómez Morín para asistir a verlo.

Así como ellos, cientos o quizá miles de queretanos se reunieron en diferentes puntos emblemáticos de la zona metropolitana para admirar el fenómeno: Los Arcos, la zona arqueológica de El Cerrito en Corregidora y el Centro Histórico, entre otros.

“Recuerdo que tenía cuatro años cuando fue el de 1991, porque se hablaba de eso y yo estaba en la Ciudad de México”, expresó Rosario, quien llevaba en sus manos unos lentes para protegerse de la intensidad de la luz del sol, los cuales, dijo, compró en línea a un costo de 70 pesos.

Su esposo, Javier, compartió que él tenía 11 años y que también lo observó en la capital del país. “En esa ocasión fue eclipse total y estuvo más bonito”.

Mientras tanto, el inicio parcial del eclipse estaba programado a las 9:33 horas, pero a partir de ese momento se dejó sentir un viento que se prolongó hasta el mediodía en la zona metropolitana. Esto, más lo nublado mantuvo expectantes a queretanos y visitantes, quienes esperaban que se oscureciera en 69 por ciento, como lo habían anunciado las autoridades.

Al menos no se presentó la venta indiscriminada de lentes o cualquier otro objeto que permitiera la protección de los ojos.

Un caso peculiar fue protagonizado por estudiantes que tomaban clases de regularización de matemáticas en el Centro Cultural Gómez Morín. Repentinamente, la maestra Jesyca interrumpió lo que les enseñaba para invitarlos a salir al patio principal y presenciar el fenómeno.

“Utilizamos el método de la hoja de papel; le hicimos un pequeño orificio y en el suelo se vio perfectamente el recorrido de la luna tapando al sol”, dijo con emoción al recordar que tuvo la suerte de presenciar el que ocurrió en 1991.

Para Mariela, de 15 años, una de sus alumnas, fue agradable conocer esto nuevo que tiene que ver con la astronomía. “Fue muy bonito para mí porque pude verlo, además a mí me gusta mucho la astronomía”.


Zoe, de 13 años, quien también se regulariza en matemáticas con la maestra Jesyca, dijo que es algo poco común y que por lo tanto es un día que recordará por mucho tiempo. “Estoy contenta de haber visto el eclipse y es algo que siempre voy a recordar”.

Emiliano, de la misma edad, aunque con un poco de timidez, también expresó su alegría por haber observado este fenómeno para el cual se preparó durante toda la semana.

Por otro lado, minutos antes de iniciado el avistamiento, integrantes del Club Astronómico Bernal realizaron una conferencia sobre el tema de los eclipses. El Pueblo Mágico se nubló, con una temperatura de 21 grados, aunque eso no fue impedimento para que turistas y locales vivieran el fenómeno.


En tanto que la Biblioteca Infantil de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), contó con la presencia de varios menores que escogieron ese lugar, sobre todo para documentarse, donde se mostraron expectantes y con la curiosidad de ver lo que sucedía.

Ahí, tuvieron una plática informativa previa sobre el fenómeno astronómico, para posteriormente hacer la entrega de los lentes especiales para la observación. Además, utilizaron otros instrumentos como cajas de cartón con una perforación para reflejar el movimiento lunar.

En la zona arqueológica de El Pueblito cientos de personas se congregaron ansiosas para presenciar el eclipse solar. Se prepararon con lentes especiales, vidrios para soldar y cajas de cartón improvisadas.

“Estoy muy emocionado y es muy sorprendente la naturaleza; es una gran oportunidad poder ver algo tan impresionante. No soy fan de la astronomía, pero sí me interesa todo lo que tiene que ver con la naturaleza, el mundo, la Tierra, es vital saberlo”, afirmó Luis.

Mientras que para Karilú ya es el segundo, luego de que en su etapa de adolescente tuvo la oportunidad de observar en la Ciudad de México el de 1991. “Ese día se oscureció por poco tiempo y eso fue lo más increíble”.

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El punto máximo de observación ocurrió a las 11:05 horas, en tanto que el final parcial se registró a las 12:45 horas de la Ciudad de México.

Para algunos fue emocionante, aunque quienes vivieron el de hace 32 años, quizá esperaban algo similar, pero se conformaron con que sus hijos y nietos disfrutaran el eclipse de este sábado 14 de octubre.



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